La recuperación
La recuperación es uno de los estados más importantes por los que pasa el deportista, ya sea al concluir el entrenamiento diario o la competencia. En él se recuperan todos los sustratos de oxidación perdidos durante la realización del trabajo y se restablecen las fuentes energéticas por encima del potencial que se tenía al comenzar la actividad.
Desde luego, mientras menor sea el tiempo que el organismo emplee para recuperarse, mayor será la eficiencia de este proceso, lográndose así que el proceso de síntesis de sustancias perdidas se haga más rápido y el organismo llegue al total restablecimiento de su equilibrio interno u homeostasis al unísono del aumento de su capacidad física de trabajo, sin afectar la salud del deportista.
A continuación exponemos de forma breve algunas medidas que aceleran la recuperación del deportista:
1. Alimentación: Debe existir un balance entre las calorías que aporta la ración diaria y el gasto energético experimentado, además, incluir alimentos de los diferentes grupos (energéticos, plásticos y reguladores). Debe tenerse en cuenta el suministro de factores dietéticos antes de la arrancada, durante el evento y al concluir el mismo (hasta 15 minutos después es efectivo).
2. Descanso activo: El más efectivo, propone ejercicios de relajamiento de los músculos lo cual produce un incremento relativo de la circulación para el transporte del ácido láctico de los músculos a los lugares de eliminación. Siendo recomendables ejercicios cíclicos al día siguiente de las grandes cargas pues liquida más rápidamente el agotamiento.
3. Descanso pasivo: Sueño nocturno pues en la corteza cerebral se propaga una inhibición protectora que forma una regeneración de las células nerviosas, acostarse o sentarse entre los ejercicios de entrenamiento.
4. Medios médicos biológicos: Que eliminan más rápidamente las formas agudas de fatiga general y local, restauran eficazmente los recursos energéticos e incluso incrementan la C. F. T. Ej. Baños de vapor y aire seco, masajes generales, manuales o por chorros de agua, etc.
2. Descanso activo: El más efectivo, propone ejercicios de relajamiento de los músculos lo cual produce un incremento relativo de la circulación para el transporte del ácido láctico de los músculos a los lugares de eliminación. Siendo recomendables ejercicios cíclicos al día siguiente de las grandes cargas pues liquida más rápidamente el agotamiento.
3. Descanso pasivo: Sueño nocturno pues en la corteza cerebral se propaga una inhibición protectora que forma una regeneración de las células nerviosas, acostarse o sentarse entre los ejercicios de entrenamiento.
4. Medios médicos biológicos: Que eliminan más rápidamente las formas agudas de fatiga general y local, restauran eficazmente los recursos energéticos e incluso incrementan la C. F. T. Ej. Baños de vapor y aire seco, masajes generales, manuales o por chorros de agua, etc.
Autores:
Lic. Fidelina Maira Díaz Hernández (Lic. en Biología y Profesora Principal Bioquímica del Deporte)
Lic. Angela Isabel Carabeo Delgado (Lic. en Biología. Especialidad Fisiología Universidad de Ciego de Ávila (Cuba)
Extracto de la Revista Digital - Buenos Aires - Año 7 - N° 41 - Octubre de 2001
Para ver nota completa: http://www.efdeportes.com/efd41/recup.htm
Lic. Fidelina Maira Díaz Hernández (Lic. en Biología y Profesora Principal Bioquímica del Deporte)
Lic. Angela Isabel Carabeo Delgado (Lic. en Biología. Especialidad Fisiología Universidad de Ciego de Ávila (Cuba)
Extracto de la Revista Digital - Buenos Aires - Año 7 - N° 41 - Octubre de 2001
Para ver nota completa: http://www.efdeportes.com/efd41/recup.htm
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